17/05/2022

La transición socioecológica de un agroecosistema mediterráneo: ¿Qué nos dice la energía sobre los paisajes agrícolas gobernados por terratenientes, campesinos y turismo (Mallorca, 1860-1956-2012)?

Nuevo artículo sobre flujos de energía en sistemas agroecológicos en Mallorca, hecho por el estudiante de doctorado Onofre Fullana, en colaboración con otros miembros del LET.

Utilizando varios indicadores de retorno de la inversión en energía (multi-EROI), este artículo analiza la transición socioecológica de un agroecosistema en el Mediterráneo occidental en la isla de Mallorca (España) durante un período de 150 años, en el que se vio un cambio de la agricultura orgánica tradicional a una sistema de agricultura basado en combustibles fósiles. Este análisis bioeconómico circular evalúa la capacidad del agroecosistema para producir bienes al reproducirse a sí mismo en 1860, 1956 y 2012. En 1860, la tierra y el ganado estaban mayoritariamente en manos de unos pocos terratenientes, que mantenían los agroecosistemas alejados de la plena capacidad productiva de la agricultura orgánica tradicional para aumentar las rentas de la tierra bajando los salarios. La quiebra de estos latifundios aumentó el acceso de los campesinos a la tierra a fines del siglo XIX y el primer tercio del XX. Las granjas campesinas eran principalmente policultivos basados en energía solar y combinados con una gran cantidad de pequeños rebaños, creando así paisajes bioculturales mediterráneos complejos y atractivos con EROI más altos. Para 1956, estos paisajes habían llegado prácticamente a los límites de la agricultura orgánica tradicional y pronto se convirtieron en una actividad residual dentro de la especialización turística de la economía. Como en todas partes, la agricultura convencional redujo la ecoeficiencia agraria a través de aumentos de producción logrados a costa de una mayor dependencia de insumos externos basados en combustibles fósiles, una pérdida de circularidad biofísica y menores EROI. En Mallorca, sin embargo, esto se produjo al mismo tiempo que la agricultura se subsumía en la economía turística, lo que llevó a una adopción más parcial y menos generalizada de las técnicas de la Revolución Verde que en otras partes de España. Aunque se socavaron los fondos del agroecosistema y se puso en riesgo la reproducción de los paisajes bioculturales mallorquines, aún sobrevive un importante patrimonio de la agricultura campesina biocultural como recurso para el futuro.
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